El desarrollo del Sector Salud veracruzano perdió impulso a partir del gobierno de Fidel Herrera, el saqueo de que fue víctima lo prosiguió con espléndida eficiencia Duarte de Ochoa y con Miguel Ángel Yunes la reparación no se sintió. El diagnóstico es desalentador: Infraestructura hospitalaria muy dañada, casi permanente desabasto de medicina, equipo médico en permanente reparación, saturación del servicio, carencia de especialistas, un Centro de Cancerología con pírrica plantilla de oncólogos y Centros de Salud en condiciones “desastrosas”, como o califica el nuevo Secretario de Salud. Ya lo sabe el doctor Ramos Alor, quien ofrece contratar más especialistas y personal paramédico: “Hoy día el diagnóstico de todos los centros de salud es desastroso, es un diagnóstico que da pena, los abandonaron y allá es donde nosotros vamos”… no hay médicos ni medicinas”. Y aunque eso de colocar en los hospitales la leyenda: “en este hospital: Los pobres, los indígenas y los desprotegidos son primero”, es solo para el consumo retórico, lo importante es que, ahora sí, se lleven a cabo las buenas intenciones.