El gobernador insiste en su inalterable propósito de quitar al fiscal, Jorge Winckler, y refiere que se buscarán los procedimientos para lograrlo porque, dice, libera a delincuentes sin tomar en cuenta el dictado de un juez, “por ello debe enfrentar los cargos correspondientes”, aclara que no es asunto político aunque intrínsecamente así parece porque no presenta pruebas de su dicho ni la denuncia correspondiente. Lo corrobora el diputado Javier Gómez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, quien en el colmo de la inocencia política asegura que “no tiene consigna de nada” (aclaración no pedida, relevo de pruebas), pero señala que buscan la manera de formularle un nuevo juicio político al Fiscal. Algún gobernador veracruzano gustaba en decir: “los niños y los borrachos dicen lo que van a hacer”