Tal parece que el presidente López Obrador olvida que ya no anda en campaña y que por esa razón debiera medir las propuestas de su discurso, llanamente porque son retóricas diferentes las de un presidente en funciones y las de un candidato que aspira a serlo. Cuando candidato, AMLO ofreció terminar con la corrupción casi de manera automática si triunfaba, igual ofrecía sobre terminar con la inseguridad pública, bajar el precio de las gasolinas, y qué decir de regresar al ejército a sus cuarteles y crecer al 6 por ciento durante su mandato, obviamente no es posible hacerlo de la noche a la mañana, pero era candidato y buscaba convencer. Pero ya de presidente, agrega otros ofrecimientos, el de ayer el más reciente: en dos años ya no habrá migrantes de México a los EEUU, una circunstancia de esa naturaleza a juzgar por indicadores económicos no parece posible en la inmediatez de dos años, y aunque lo diga el presidente dudamos que lo consiga, aunque también apostara que lo va a lograr en este año