El tema de los aranceles, la curva de aprendizaje que en el gobierno de Cuitláhuac no se alcanza a rebasar, el reiterado reclamo ciudadano por aclarar las acusaciones de nepotismo, por increíble que parezca están relegando del ojo público el grave problema de inseguridad que padecemos en Veracruz. Pareciera que ya nos habituamos a convivir con la violencia y ese diario trajinar ha vuelto cada vez más insensible a la sociedad veracruzana. Si así fuera, significaría que hemos perdido capacidad de asombro y con ello tenemos que resignarnos a convivir con la violencia porque los gobiernos han fallado.