No es fácil la vida de los veracruzanos en estos tiempos pues cargan con la corrupción y ausencia de programas sociales y constructivos de tres gobiernos que ocuparon 14 años de su existencia histórica. De suyo, ese expediente es lamentable, pero más aún si se agrega el de un gobierno que proclama el cambio subido en un pódium desde el cual echa la culpa al pasado como procedimiento para explicar su inoperancia. Eso es lo que no calcula Cuitláhuac García en su diferendo con el Fiscal general, a la población, si bien le importa una Fiscalía eficiente, de resultados positivos, el responsable del gobierno es Cuitláhuac García, nadie más, fue electo para resolver problemas sociales, no para descargar culpas en vías de justificarse. El reto es mayor, pero cuenta con el apoyo presidencial, si eso no es suficiente entonces o falla el presidente, falla el gobernador, o ambos a la vez. Si es así, entonces estamos perdidos.