A siete meses de iniciado el gobierno de López Obrador ya tenemos plena conciencia que el director de la orquesta, el del trombón, el del violín, el del piano, el del violonchelo, el de los timbales etc., es el mismo, hombre orquesta pues. Lo expresa bien Salvador Camarena: “En tiempos de la alternancia pasamos del ‘gabinetazo’ (disfuncional) foxista al modelo de dos pilares (no se rían) en pugna permanente: Osorio y Videgaray, disfuncional también. Hoy hay gente que se hace una ilusión: que el rígido centralismo lopezobradorista funcione. Igual y sí, pero si no, hay un costo: como todo lo atrae AMLO, toda la chamuscada de una crisis le caerá a él. Ya veremos”. Esto escribe en El Financiero.