Por si algún ingrediente requería el turbulento escenario nacional, pleno de acontecimientos productos de un cambio de régimen, ahora se agrega a la acción el inefable Javier Duarte, dolido porque siente que sus cómplices lo abandonaron a su suerte y clama venganza. Duarte de Ochoa asegura haber entregado dinero a Arturo Elías Beltrán, quien estuvo a cargo de la Procuraduría General de la República (a quien, por cierto, se dice que investiga la Unidad de Inteligencia Financiera, por lavado de dinero y defraudación fiscal de 2016 a 2018). “Una vez privado de mi libertad, negocié y me ofrecieron quitarme el delito de Delincuencia Organizada, a cambio de que les diera dinero y aceptara los cargos que fabricaron en mi contra”, señala Duarte, quien involucra al ex presidente Peña Nieto al asegurar que este le dio dinero “por lo que me había hecho, y se lo entregamos al entonces encargado de despacho de la PGR…como bien se dice ahora en las noticias”. Y pronostica: “…ya voy para afuera”.