El Secretario de Salud, Roberto Ramos, reconoció el problema de la suspensión de hemodiálisis y lo atribuye a “procesos administrativos”; no refiere que se debe a la falta de presupuesto, consecuencia del indiscriminado recorte del gasto público que incluye el programático (hacienda reconoce el subejercicio, AMLO dice que es ahorro), y que por ese motivo se han suspendido los tratamientos de hemodiálisis en casi toda la entidad con el consiguiente riesgo de vida para quienes requieren esa atención médica. Que se solucionará pronto, pero no dice cuándo, y eso constituye una grave irresponsabilidad pues son vidas humanas las que están en juego debido a que el diferimiento en la atención lleva consigo trágicas consecuencias.