En
su comunicado dominical, la arquidiócesis de Xalapa a través del presbítero José
Manuel Suazo Reyes expresa su visión acerca de la aciaga realidad que vive
Veracruz: “Vivimos momentos muy complicados en el Estado de Veracruz. No se
observa con claridad cómo resolver o al menos disminuir la gran DEUDA SOCIAL
(Inseguridad, violencia, pobreza extrema, salud, educación y desempleo) que
sufren los ciudadanos,” adosados a “la crisis jurídica e institucional que
estamos viviendo en estos días”. Lamenta que la Guardia Nacional no esté
funcionando como se esperaba, como se refleja en la alta incidencia delictiva y
la violencia desaforada en la entidad. Alude a la deficiente atención a los
problemas de salud, desabasto de medicamentos, y ausencia de inversión pública,
que contrastan “con las otras cifras que tiene la población”. Es imposible no
coincidir con esta lúcida descripción de una realidad cuyo almácigo de
problemas la convierte en ominoso presente.