Frecuentemente leemos en diversos medios, discusiones y puntos de vista encontrados sobre si tal o cual persona reúne o no los requisitos para ocupar un cargo público. En efecto, existen previsiones en las leyes que establecen diversos requisitos, dándole más peso generalmente a la formación académica y a una larga lista de cargos ocupados relacionados con la función a la que se aspira, es decir, experiencia en el área.
Hemos de preguntarnos hasta qué punto los requisitos que son comúnmente establecidos han producido un trabajo de beneficio para el pueblo, por parte de los funcionarios con extenso currículum, constancias y reconocimientos que engargolan para formar impresionantemente abultados documentos.
Dentro de los requisitos más importantes que deben considerarse, a juicio nuestro, es el de la honorabilidad, es decir, nuestros funcionarios deberían contar con un currículum de honorabilidad ante todo. Cierto es que es necesaria la experiencia y la formación, pero compartiremos con nuestros lectores la anécdota siguiente.
En alguna ocasión, ya hace varios años, cierto joven funcionario de nivel medio fue llamado por su jefe quien le dijo directamente
—Lo voy a nombrar Director.
El funcionario, que por cierto no tenía mucha experiencia en el cargo le contestó
—Gracias señor, pero no creo contar con la experiencia necesaria para tal responsabilidad, no puedo aceptar.
—Mire, usted va a aceptar el cargo y ya.
—Pero Licenciado, si yo no soy amigo cercano suyo ni el mejor en esta área, ¿ por qué me ofrece usted la Dirección?
El jefe le miró directamente y le dijo:
“Sé perfectamente que no es usted quien mejor conoce el área, pero me consta que es una persona honesta y leal, y en poco tiempo podrá tener un excelente manejo del área. Por el contrario, otros aspirantes más calificados que usted, es imposible que aprendan a ser honestos y leales, pues eso no se puede aprender en toda una vida.”
Esto viene al caso ya que el señor Presidente y el señor Gobernador del Estado, han manifestado la importancia que para estos nuevos tiempos, tiene la inclusión de personas honestas y con lealtad a las instituciones y a quienes les brindan la honrosa oportunidad de servir al pueblo de un estado y del país. Queremos personas con preparación pero sobre todo, honestas. La experiencia es algo que se adquiere, la honestidad no.
Desde luego, hay personas que cumplen tanto con alta capacidad profesional, honestidad y lealtad, pero lamentablemente no son la mayoría; Diariamente Los Gobernados vemos que aún escalan en la estructura política de este país, los más astutos, los deshonestos y que el respeto que pueden tener por el pueblo al que dicen servir, puede saberse simplemente por el respeto que se tienen a sí mismos; se identifican fácilmente pues son personas que vemos arrastrarse en el lodo para acceder a un cargo—ya el que sea—y no les importa que todos los ciudadanos nos demos cuenta de ello, pues no engañan a nadie.
Sí, en la opinión de Los Gobernados, el “currículum de honorabilidad”, debería ser requisito indispensable.