El juicio de los contemporáneos se contamina por efectos de la pasión, del interés personal, político, económico, de partido o de grupo. Transcurrido el tiempo las generaciones no tienen el mismo bagaje de información que tuvieron sus antecesoras, solo quienes escrutan la historia se forjan un criterio más aproximado a la realidad. Esto viene a cuento porque en Venezuela se exhiben actualmente documentales fílmicos acerca de Carlos Andrés Pérez, dos veces presidente de aquel país, derrocado en la segunda ocasión acusado de corrupción; el documental, lejos ya del apasionamiento político pretende explicar y hasta justificar las acciones de Andrés Pérez, sin embargo quienes lo vimos gobernar,-populista, jactancioso y hasta lujurioso, encontramos bien a bien las causas del chavismo que mantiene atosigada a Venezuela.