El combate a la corrupción e impunidad, la seguridad pública y violencia, así como democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad son los temas que se abordarán en el primer debate presidencial fijado para el mes en curso. El Instituto Nacional Electoral aporta a quienes serán los moderadores una base de información de la cual podrán extraer puntos para la formulación de sus preguntas a los aspirantes a la presidencia de México. Conforme al formato del debate se verá si existe margen para interpelaciones súbitas entre los participantes o será tan riguroso que penalizará cualquier violación a las reglas. Por deducción lógica sabemos quién de los participantes será el “pichón” de ese campo de tiro, pero ignoramos si saldrá bien librado.