Cuando el cambio de gobierno en 2016 dos eran los expedientes de mayor envergadura a cuya solución el gobierno de la alternancia se avocaría a solucionar: la inseguridad y la deuda pública, obviamente tenían como denominador común la corrupción. Pero dos años después esos temas permanecen casi inamovibles, o peor, la deuda se ha incrementado a 59 mil 766 millones de pesos al primer trimestre del presente año. Según el reporte de Sefiplan, la deuda a largo plazo ascendía, al 31 de marzo de 2018, a un total de 42 mil 068 millones 005 mil 193 pesos y los bancos deudores son: Banobras, Banorte, Banca Monex, Santander e Interacciones. De allí la necesidad de que Cuitláhuac se rodee de colaboradores de excelencia porque a partir del 1 de diciembre concluye la etapa de los discursos y empieza la hora de la verdad.